Bandas anchas de lija: manipulación, almacenaje y conservación

Las bandas de lija que se emplean en las lijadoras de planos, en las industrias de la madera y el barnizado, están sometidas a continuas manipulaciones; desde el momento inicial en que son extraídas de sus embalajes protectores, pasando por las sucesivas colocaciones y extracciones en los grupos de lijado, hasta su almacenaje temporal para posteriores usos.

Estas cintas deben ser manipuladas del mismo modo que lo haríamos con una herramienta sensible de precisión; y por lo tanto deben ser tratadas con delicadeza y cuidado para evitar roturas o daños sobre las mismas que posteriormente puedan trasladarse a las superficies lijadas.

Cómo afectan los cambios del tiempo a las bandas de lija

Por lo general durante los trabajos de lijado y acabado, de madera, chapa, masilla, barniz y melamina, se emplean bandas abrasivas con soportes de papel. A primera vista estas cintas parecen resistentes, pero no debemos considerarlo así, ya que su parte posterior generalmente de papel es muy sensible a los cambios de temperatura y humedad.

Esta sensibilidad ambiental de las bandas, se debe a que el papel de su soporte está formado por múltiples capas de celulosa prensadas entre sí, la cual por su naturaleza higroscópica es capaz de absorber la humedad del medio siendo sensible a los cambios atmosféricos.

Por lo tanto, las variaciones bruscas de humedad en el día a día afectan directamente a la estabilidad del material abrasivo, provocando deficiencias o roturas durante su uso.

Alta humedad en el ambiente

La presencia de alta humedad en el ambiente hace que el soporte de la banda la absorba como si de una esponja se tratase. Es entonces cuando el papel pierde su rigidez y se vuelve húmedo, flácido, perdiendo parte de la resistencia necesaria para los movimientos y operaciones de lijado a las que la banda va a estar sometida.

El exceso de humedad se visualiza, muy especialmente, en los cantos laterales de la cinta abrasiva, los cuales se arquean hacia fuera. Este efecto provoca paradas inesperadas en la lijadora al salirse la banda como consecuencia de no haber sido detectada por la fotocélula y activar el freno de emergencia.

Baja humedad en el ambiente

Del modo contrario, una baja o escasa humedad en el ambiente tampoco es aconsejable. Vuelve el material abrasivo más quebradizo al secar en exceso los aglutinantes o resinas que sujetan los minerales presentes en la cinta abrasiva.

Podemos detectar esta baja humedad observando si los cantos de la banda se curvan hacia el interior. Este efecto podría provocar roturas imprevistas de la cinta durante su funcionamiento.

Precauciones a tomar para su correcto almacenaje

A continuación, se enumeran una serie de precauciones y cuidados para que las condiciones de almacenaje de las bandas de lija sean lo más favorables posibles.

• Conservar las bandas en sus embalajes originales hasta unos días antes de que vayan a usarse.

• Abrir la caja o embalaje sólo cuando vaya a ser utilizada.

• La temperatura de almacenaje correcta es entre 18 y 22 grados.

• La humedad relativa recomendada oscila entre 45 y 65%.

• No almacenar las cajas cerca de una fuente de calor o ventana donde el material esté expuesto al sol. Tampoco en altillos o zonas de almacenaje próximas a las cubiertas o tejados.

• No almacenar las cajas directamente sobre suelos de piedra, cemento u hormigón que puedan transmitir fácilmente la humedad. Tampoco cerca de rejillas de ventilación, muros o trampillas de pozos, fosas y conducciones de agua.

No apilar las cajas abiertas en posición horizontal, evitando aplastamientos y deformaciones de las bandas del interior.

Consideraciones para un correcto uso de las bandas de lija

En una misma máquina lijadora, y dependiendo del número y tipo de sus unidades de lijado, podemos realizar diferentes aplicaciones de lijado.

Estas aplicaciones conllevan la necesidad de realizar sucesivos cambios de bandas para así poder emplear el producto abrasivo y la granulometría correcta en cada operación.

A continuación, se enumeran las principales medidas que debemos adoptar para un adecuado uso:

• Colgar las bandas en los soportes adecuados para que la banda recupere su forma inicial, se libere de ondulaciones y vicios ocasionados durante su permanencia en el embalaje original.

• Evitar que las bandas cuelguen cerca del suelo, una pared fría o de una fuente de calor. También evitar que puedan rozarse entre sí.

• No exponer las bandas a cambios bruscos de temperatura y a corrientes de aire.

• No exponer las bandas directamente a la luz solar.

• Utilizar siempre el material más antiguo. Los adhesivos empleados en la fabricación de la junta pueden perder sus propiedades a partir del año de antigüedad.

• Tener especial cuidado durante la manipulación de las bandas al:

  · Sacarlas de la caja.

  · Colocarlas y/o cogerlas del colgador.

  · Colocarlas y/o retirarlas de la lijadora de contacto. No hacer estas acciones nunca con el sistema de aspiración encendido.

  · Cejarlas temporalmente en el suelo fuera de la lijadora de contacto. Debemos evitar que pierdan el equilibrio estando en posición vertical y puedan caer sobre objetos que las dañen.

En Abracom somos expertos, en aplicaciones con lijadoras de contacto, gracias a los conocimientos y experiencias aportadas por nuestros técnicos durante los trabajos en las fábricas de nuestros clientes.

Durante las operaciones de almacenaje, manipulación y uso es donde se concentran la mayor parte de los daños que se generan en las bandas abrasivas: grietas, arrugas, pliegues y pequeñas roturas que acaban trasladándose a las superficies lijadas resultando un acabado defectuoso.